jueves, 3 de diciembre de 2009

Carlos Alberto Roldán-Buenos Aires, Argentina/Diciembre de 2009



no se escuchaba otra canción en el valle

mientras la luz se iba esparciendo como una fragancia y el día

comenzaba a abrazar las númeras cosas

en tanto la princesa huía y su rastro

se desvanecía tras ella como su recuerdo

la voz no la alcanzaba el ufano tacto

que había intentado memorar su cuerpo

equivocaba intensidad y gozo de aquel escalofrío

y aun los ojos ya no veían el trazo

de su figura entorpecidos por el muro de la tristeza

¿un alazán cegado por la luz

por la desesperación por la delicada

música de un zorzal solo en el día

cómo cómo habría de poder alguna vez alcanzarla?




1 comentario:

Anónimo dijo...

Carlos Alberto: hay sueños o ilusiones que son inalcanzables. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.