martes, 12 de enero de 2010

Ana María Díaz Velo-Buenos Aires, Argentina/Énero de 2010



Confesión



La noche me entorpece,

suelto amarras con el día

y navego por las hojas blancas,

surcándolas de azul,

azules lagrimas.

Presuntuosa letra

nadie busca verdades

pura alucinación y fuegos de artificio,

todo se arma a la mañana

y a la noche se desarma.

Por eso escribo,

por lo fútil del pensamiento

y la desconcertante levedad del alma.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay Ana, la implacable desolación de la poesía.


Muy buen poema

besitos Jóse