lunes, 16 de agosto de 2010

Octavio Esquivel-Miami, EEUU/Agosto de 2010


La fuerza de la sangre
Soneto y Haiku

Mano de Dios al dorso y por la palma
 El viento terso es luz del universo.
Palabra por palabra en cada verso,
Toda su piel, amor que nos empalma.

Todo tranquilo y nuestro ser en calma
Es poema de ser, la brisa, el cierzo,
Divina intimidad es Dios inmerso
Y el triunfo de la paz, la paz del alma.

Amor de redención que nos embriaga
Sangre de Cristo nos enciende en llama,
Corre en las venas, ¡estalla el corazón!

La pasión inmortal el fuego llama
Hasta la gloria de la resurrección,
¡Y el ser del universo, a Dios aclama!

Sangre en las venas
Le estalla al corazón,
¡Dios se derrama!

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