domingo, 19 de septiembre de 2010

Octavio Esquivel-Miami-EEUU/Septiembre de 2010


La riqueza del bien sumo

(Contra avaricia largueza
Y la de Dios es inifinita)

El sumo bien no sabe de malicia
Vive abriendo su mano poderosa
Disfrutando su fuerza prodigiosa,
Ni siquiera imagina la codicia.

Tal riqueza no sabe de avaricia
Y es fuente inagotable, esplendorosa
Es feliz  de sentirse generosa,
Todo bien cuando da nos acaricia.

Por amor el amor de sus amores
Da la vida y el ser, y se desgarra
Y todo el corazón se desamarra.

Su riqueza total la despilfarra
Compartiendo lo eterno y sus valores,
Es así, ¡El Señor de los señores!
Largueza plena
Entregar su riqueza,
Divina cosa.

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