lunes, 21 de marzo de 2011

Alicia Adelina Casal-Buenos Aires, Argentina/Marzo de

Me hace integrada a la vida:

El diario participar de mi sangre, conjugándose, en el cotidiano existir del presente.  Sorteando ellos, las diferencias existenciales  y   de conceptos  con los adquiridos  en la infancia.  No necesitan agredir, insultar para disentir y vivir,  inmiscuidos  en una sociedad que poco ofrece para  ser feliz!

No es tarea sencilla, pero se ubican dentro de los cánones posibles de convivir la obligación  y  recibir la alegría de desempeñarse para lograr el sustento.  Mantenerse, ser autores de sus propios proyectos y los esfuerzos necesarios para alcanzarnos.  Siempre  les  dije:  ¡¡¡ nada es totalmente fácil, pero tampoco imposible!!!  y en ese paréntesis encuadran sus vidas.

Como mamá jubilada ya,  a veces cierro mis ojos, y permito que sorteen escollos sin mi participación.   Pienso: ¿si no estuviera?  Igual deberían hacerlo,  y…me va muchas veces, voluntades de levantar el tubo telefónico y decir;  mira aquí, haz allá.  Pero no, dejo que impriman sus propias huellas, solamente dando un toque de cariño y comprensión cuando requieren ser escuchados.

Así avanzo en mi edad 62, con mis demasiados azúcares persistentes, y algunas nanas, que no quiero tener en cuenta, ni que sean parte principal  de mi presente.  Así tengo algunas ausencias, que son solo físicas momentáneas, porque  ya les dejo volar.   Casi todos los domingos, son motivo de reunión, almuerzo familiar en mi domicilio,  donde se apersonan cada uno de ellos, y… los nietitos,  que prestos con la abuela, quieren jugar.

Y regreso al dominó; a dibujar y pintar,  al veo veo y… aprendo cada día algo más de esta trascendencia.  Un compañero  siempre atento, da la voz varonil de la pareja y  participa de las inquietudes en estos espacios, aportando  experiencias útiles  que mis hijos y nietos,  escuchan atentos.

Y ya no con prisa,  me desplazo. Mis pasos son mas lentos, pero no por ello inseguros.
Es hora de mis pausas, de detenerme a observar este mundo sigiloso, vertiginoso y que casi sin pausa, nombra el “hoy como ya viejo”.   Me adapto en lo posible a este rumbo de novedades para no perder  la hilaridad.  Ya no escribo en papel y lápiz, mayormente lo hago aquí en el llamado Word, y sistemas que nos exigen estar atentos a las últimas actualizaciones vigentes.    Y ya ven,…aunque de otra manera;   dejo mi expresión,  comunicación, impresa a través de un teclado que guarda y publica en segundos lo que les estoy contando.     Fuimos elegidos,  para hallarnos aquí,  y como tales, continuaré en el ritmo  que nos ofrece,… S E R… EN… EL… H O Y.


Dios, a todos, nos bendiga…

1 comentario:

Anónimo dijo...

ALICIA,

TE LO DIGO DESDE MIS 68.
NO DEJES NUNCA DE ESCRIBIR COSAS TAN BELLAS COMO ESTA.

LUIS SIBURU 22.03.11