domingo, 24 de abril de 2011

Juan Pérez Alvares-Ourense, España/Abril de 2011

LADRIDOS DE LA DISTANCIA
Los ladridos de la distancia vienen del infierno opaco de la noche, coronada del lenguaje de algunas escasas luces.
Enciendo la lámpara del alma y se ilumina la cavidad del mundo como la prodigiosa mujer de la vida, inacabable en la hermosura de su misterio.
En la quietud de su seno, el Caballero del Regreso se vuelve invisible en la senda de su viaje hecho espejo de morada para la llama fugitiva del alma que me nombra.
Nacerá hoy, envuelto en celeste futuro helado entre estas montañas de sentido, nacerá hoy en la aldea de mi infancia y mi nostalgia solitaria irá a adorarlo.
Nacerá más allá de la pobreza de estas manos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Juan!!!!!

Hermoso tu relato,

en realidad creo que es una prosa

poética, muy emotiva.

te saluda Josefina Fidalgo.