jueves, 11 de agosto de 2011

Lilia Elena Durand-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2011, soporte papel

Monólogo final


Caminas de madrugada,
hollando las quietas cenizas en los surcos de tu vida.
Vas a la orilla donde el juncal reposa lágrimas y rocío.

Cantas
                   como el cisne
                   en el postrer minuto

Le gritas al pájaro perdido.
Monólogo  desgarrado abejando frutos maduros
Tu cansancio se clava en las aguas marrones
                   no hay tiempo en el espejo
                   no multiplica soles

Hablas
                   contigo mismo
                   guijarros iluminan colores
                   
Con el ala quebrada
                    el pájaro agoniza
                    sabe a primavera

Con tus años a cuesta de cara al cielo velas el sol

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un cálido poema Lilia muy bueno.

Besosss Jóse