martes, 31 de enero de 2012

Marco Antonio Chávez Díaz-Valladolid, Yucatán, México/Enero de 2012


Prometeo de sal

Noche fría
Como espiga de mar
Caminos suntuosos
Laberintos de la verdad
Camina caminante
Sigue el sendero de la sal
No importa que tus pies sangren
Pero ten la fe de llegar.

Noche fría
Látigo gélido
Marcando la espalda
Del Prometeo de sal
Cuan angustioso camina
Buscando errante,
Su propia verdad,
Cual horizonte de mar.

Ya casi llegamos al final,
Veo el rampante jaguar dorado
Caminado sobre las estepas de sal
Camina también  caprichoso sobre el mar
En cada paso atemoriza la penumbra
Y su efigie se torna de cristal,
Y ahora vuela cual ave de melancólica
Recordando su efímero paso terrenal.

Sin embargo esos famélicos pasos
Son más firmes que las rocas y más frágiles que el cristal,
es la dualidad de Prometeo de sal,
a veces vence al jaguar rampante,
en ocasione es roca y otras ocasiones es  cristal.

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