lunes, 23 de marzo de 2015

Abel Espil-Argentina/Marzo de 2015



        PEQUEÑA HISTORIA DE UN HOMBRE
                                                                                                      

Los instantes en que Gabriel y Alicia se amaban ;" el sol merodeaba en los patios suburbanos" .Al  tiempo de conocerse, ella no dejaba de decirle que "las jaulas fueron comprimiendo su esencia". Él  se asombraba,  del conocimiento que ella había detectado  de su persona.  Era así . Gabriel , en la barra de Chacarita , había sido líder , el más callado, el llegar en patota últimos a la cancha, él  era  quién  decidía, en que partido armaban lío.
Los años pasaron demasiado rápido. Vivía de recuerdos . Alicia lo amaba. Ella sabía que era su hombre . De igual manera él sentía lo mismo. 
Al principio  vivían donde podían. Rotaron igual que gitanos. El hermano  de ella, les sugirió mudarse a la casa grande.Sus padres habían sido
muy felices allí.
 Es en esa casa, donde se concentran la mayor cantidad de recuerdos.
Gabriel en el café de García, nos decía " las temblorosas manos de la nona nunca las pude olvidar".
El gordo Andres tenía buena honda con Gabriel. Sus vidas habían sido muy opuestas. Andres durante treinta años había sido contador de la sucursal del Banco Nación de la calle Cuenca , en Villa del Parque..Él  nunca nos contó la muerte de su mujer. Oscar dice que se ahorcó y el flaco Troilo asegura que al cruzar la Avda Beiro, no vió venir el ómnibus 114.
A Gabriel le quedaban estos amigos. El resto, fallecieron ,están en la cárcel , o se fueron a vivir al interior.
Alicia se levantaba al amanecer y  lo despertaba a Gabriel con un mate caliente sin azúcar. Juntos trabajaban  el terreno que tenían al fondo.
Los cuerpos de ambos se cansaban mucho antes, que en otros tiempos . No importaba. Los dos soñaban lo mismo. Alicia un mediodía , finalizando la labor, se acerco a su hombre llevando en la mano abierta  algo pequeño y le dijo " como pensar que aquel grano verde, que en la planta no huele , seduzca noches enteras después del seco y tostado".
Él emitió una endeble sonrisa, se lavó las manos y  al sonar el timbre  fue a abrir la puerta .Era la cuñada , que al quedar viuda necesitaba que se vendiera la propiedad.. 
Los dos se sentaron en un confortable sillón del comedor, se tomaron de la mano y en ningún momento se miraron. 
La necesidad económica de la cuñada, los obligaba a tener que mudarse de ese nido , de ese espacio tan propio.Se aproximaba la medianoche y " el péndulo del reloj de la sala , se detuvo justo antes de dar las campanadas y sintieron escalofrío"
Pasaron muchos años y Gabriel dejó de venir al café de García.
Hace dos semanas, "Fogonazo" llego al café eufórico.: "No cuento nada hasta que no estemos todos. Tengo una primicia "
Al rato ya estábamos. 
" Me llamó urgente el Padre Toto de la Iglesia de Villa Santa Rita, que estaban sin luz y no podía dar la misa de las 19y 30 hrs. Al llegar , veo delante de todo a un hombre. Me acerco, me pareció conocido, entonces me aproximo aún más ,era Gabriel con un bastón blanco.. Levantó su cabeza "el hombre al borde de la oscuridad , sus ojos finalmente me vieron"

1 comentario:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Muy bueno, amigo. Gracias. Mi abrazo.