Lizzeth Pacheco Gamez-México/Noviembre de 2017

KILÓMETROS

Poco o nada se sabe sobre el amor a distancia hasta que estás dentro. Hasta que no empiezas a disfrutarlo y a sufrirlo. Te va limando y te va cambiando y hay que luchar contra el miedo y las inseguridades, los celos desmedidos que hasta entonces nunca has tenido. Cuantas veces me he acostado pensando que no me reconozco. Pero es que es tu propia experiencia la que te va enseñando que todo lo que creías saber sobre las relaciones, no vale para nada. Y luchas, sobre todo, contra el tiempo. No piensas en el dinero, en las noches en vela, no piensas en nada más que en dejarte llevar, sabiendo que va a ser difícil.
Cuantas horas me he pasado al teléfono hablando de nada y disfrutándolo tanto. Aprendes a expresar tus sentimientos con palabras y todos esos altibajos, pleitos, miedos, esa pasión que te corre por las venas y que no puedes dejar salir a raudales, te hace sentir mas viva que nunca.
¿Y que me dicen de lo jodido que es llegar a casa con ganas de verlo y contarle como te fue en el día para después pasarte horas abrazada a él... y las noches que te pasas llorando porque no lo tienes ahí? Y a veces te haces la fuerte, quieres que crea que puedes con esto y que no te rindes porque de verdad lo amas y lo intentas, de verdad que lo intentas pero es muy difícil no saber ni como huele, ni como besa, ni como te abraza, pero sobretodo es difícil no saber si al tenerle justo delante seguirán sintiendo lo mismo que lo que sentían a través de la pantalla del celular.
Y lo único que te queda es pasarte todos los días deseando poder verlo, porque sabes que un día más chateando con él, es un día menos para verlo, aun sin saber cuando, aun sin saber si de verdad lo vas a ver, si de verdad es tuyo, si de verdad se seguirán amando cuando estén frente a frente.
¿Kilómetros? El amor no entiende de kilómetros. El amor es optimista, el amor no entiende de dificultades, de imposibles, al amor le importa una mierda lo lejos que esté.